Instituto Mundial Marxista Leninista Revolucionario Socialista-IMLRS- Salvador Cayetano Carpio

Instituto Mundial Marxista Leninista Revolucionario Socialista-IMLRS- Salvador Cayetano Carpio

sábado, 13 de septiembre de 2014

Cuaderno No.3 Instituto Mundial Marxista Leninista Revolucionario Socialista-IMLRS- Salvador Cayetano Carpio

BIBLIOTECA CENTRAL ESTRELLA ROJA

                              -BCER-

"Jose Dimas Alas - Clara Elizabeth Ramirez"

UNIVERSIDAD OBRERA DE EL SALVADOR

                              -UOES-

       SALVADOR CAYETANO CARPIO

             COMANDANTE MARCIAL

                 VAMOS A ESTUDIAR

                 VAMOS LUCHANDO

UNO,DOS,TRES VIETNAM Y EL SALVADOR 

Con Estudio y Lucha popular prolongada y de liberacion reivindicando las contribuciones populares a la ciencia del proletariado el Marxismo Leninismo Revolucionario porque:


"Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo".


Como se ha desarrollado nuestra organizasción
(estrictamente interno)
Nuestra Organización siempre ha aspirado a convertirse en el verdadero Partido Marxista Leninista y desde 1972 adoptó la estructura de Partido Marxista Leninista, bien conciente de que se necesita ese partido y que no existe.
Desde el Primero de Abril de 1970, que comenzó a formarse las FPL, tenían la visión de la formación del Partido, para eso hubo necesidad de discutir si para cumplir esa tarea histórica comenzábamos como estructura de Partido, o para avanzar era necesario comen­zar con la formación de comandos armados y después ir ramificando la Organización para crear las condiciones de enfilar hacía la formación integral del partido. . La esencia, la base fue desde el inicio y desde antes de dar esos pasos iniciales, el Marxismo Leninismo, el método de dirección y también los principios. Pero inicialmente no la estructura.
Los Comandos Armados no son células ni tienen la misma función que las células, sino de unidades de combate, pero tenían la proyección de crear los vehículos hacia las masas y luego, con las masas como fuente inagotable, hacia la formación integral de un Partido Comunista. Desde el Primero de Abril de 1970, la idea y la tarea de la formación del verdadero Partido Comunista, estaba presente y era parte de la proyección histórica. El mismo hecho de haberse separado del Partido Comunista de El Salvador los miembros del núcleo inicial era un compromiso histórico y una obligación de la formación del verdadero Partido. Para no caer en el dogmatismo fue necesario encontrar las formas orgánicas que en ese momento eran necesarias, para poder dialécticamente llegar a cumplir de manera integral la tarea de la construcción del auténtico Partido Marxista de la clase obrera. . Ya en 1973, se veía no sólo la necesidad sino la posibilidad y urgencia de conformar el Partido, no sólo por su ideología Marxista, sino que también con una Organización de Partido. En 1973 hicimos el primer esquema, conformado con los lineamientos y funcio­namiento de un Partido Comunista. En preparación del Primer Consejo se elaboraron las formas que iba a adquirir la Organización. Las FPL se habían ido desarrollando así: El pri­mer círculo, el original círculo de organización fue el Grupo Inicial, el Primer Comando Central (que era de 7 compañeros). Se acordó que cada uno de sus miembros, que era gente ligada a la masa y que tenía a su alrededor una cantidad de colaboradores, formara un comando armado.
El esquema primero fue de 7 comandos armados. Estos deberían empezar a actuar desde el principio con lo que actuaron, pero aprendiendo la técnica de la guerrilla urbana. Tenían la característica de que a cada uno de los miembros de un Comando (5 por Ej.) se le obligaba a que tuvieran 15 colaboradores como cobertura para poder comer, dormir, etc. De entre estos 75 colaboradores a los más avanzados, se les tenía que hacer labor política y así el comando creció y al poco tiempo resultó que ya tenían Grupos de Apoyo (que fue el primer nombre que les dimos), que tenían como mérito (y este fue un gran acierto) encargarse de la labor política entre la masa. No eran grupos de apoyo simplemente Iogísticos, sino que eran las raíces revolucionarias de sus respectivas fábricas, masa, gremio, etc.
A los dos años, la Organización ya se había ramificado, no tenía sólo Comandos Armados que estaban en plena acción, sino que también instrumentos para penetrar en la masa (y campos de apoyo entre la masa).
En esta situación, aumentan las inquietudes hacia una eficaz estructuración Marxista Leninista, sobre todo cuando ya se comenzó a crear un gran movimiento de masas. Sobre todo en 1973: los maestros, los campesinos (cuando se fueran ramificado enormemente el trabajo en el campo), los estudiantes y un poco entre los obreros.
Ya había necesidad de dirigir ese movimiento de masas, al mismo tiempo había nece­sidad de que el Comando Central dirigiera los Comandos Armados. Los dirigía directa­mente y también directamente dirigía al movimiento de masas. La dirección se volvía cada vez más complicada. Surgieron dos grandes terrenos de trabajo: el desarrollo de la gue­rrilla y el desarrollo del movimiento de masas. Ya no alcanzaba a dirigirse en la forma ini­cial y se veía claro que sólo una Organización de Partido era capaz de darle una conduc­ción verdadera a los distintos terrenos. Porque de allí ya se derivaban otros terrenos y urgencias: la necesidad de la propaganda, finanzas, educación, etc.; ya surgían muchas ramificaciones. El Comando Central ya no podía ser capaz de dirigir todos los terrenos con el funcionamiento y estructura original. Sólo el funcionamiento y la estructura de Partido Marxista podía ayudar a dirigir bien los diversos terrenos y combinarlos integralmente.
En 1973-74 se elaboró el primer esquema de estructura y funcionamiento de partido y se vio que el. Comando Central, tenía que estar supeditado a un organismo superior. Se creó el proyecto de formar el Consejo Revolucionario. Hasta entonces el Co-Cen había sido por promoción, incluso promociones obligadas por la misma guerra (algunos com­pañeros que morían era necesario sustituir para que hubiera siempre dirección). Se creó el Consejo Revolucionario, el cual tenía que elegir al Comando Central. El Consejo todavía no tenía las características de ser un órgano de representantes de las bases (porque no había ninguna base). Se estaba creando la estructura orgánica a partir de arriba hacia abajo, porque todavía no había base. Lo que había eran órganos para la dirección de las masas y órganos para la dirección militar. En lo interno de partido, las dos cosas se unían y aparecían como un sólo cuerpo la dirección de masas y los órganos armados que venían a ser parte interna del Partido. Todavía no había un ejército diferenciado, una estructura militar diferente.
Se vio la necesidad de que el Co-Cen tuviera Comisiones Nacionales y que se apoyara en ellas para dirigir los distintos aspectos del trabajo: Comisión de Masas, Militar, Relaciones, Organización, Propaganda, Educación, Finanzas, etc. Esta estructura ya era apropiada a un Partido Marxista. Y luego, debería de haber órganos intermedios: las Direcciones de Zona. A pesar de eso impulso y rumbo inicial, fuimos después cayendo en el desarrollo y funcionamiento espontáneo de Partido.
En el último Comando Central (de Agosto de 1981), estudiamos la proyección de la formación orgánica, la estructura Orgánica y funcionamiento de Partido, que tiene que ser de Centralismo Democrático y la dirección colectiva con responsabilidad individual en cada nivel. Y se llegó a la conclusión de que nuestro desarrollo, en gran medida se congeló y aún más, se trancó y fueron sucediendo una serie de deformaciones y que no se comprendió la enorme importancia del principio Leninista de las células como organismo, no propiamente sólo para adentro del partido, sino también respecto del papel fundamental de llevar la orientación del Partido a la masa, donde ella esté, donde la corresponda: a la fábrica, el instituto, caserío, etc. y que sin ellas, el Partido no tiene todas las posibilidades de llevar su conducción a las masas. Un partido que no tiene células, no tiene raigambre en las masas, y eso es lo que nos fue sucediendo a nosotros. Nos quedamos a medias en la construcción del partido, por una serie de enfoques equivocados.
a. De que a partir de las Comisiones Nacionales se dirigía orgánicamente todo el trabajo; planes y tareas de su respectivo terreno. Por ejemplo la Comisión de Masas, y que igualmente a partir de las Sub-Comisiones en un determinado sec­tor de las masas.
b. A partir de las Sub-Comisiones, para la dirección orgánica se formaron buena cantidad de Equipos Nacionales. Desde aquí, tenía que llevarse la línea, por si misma y por sus propios hombres, organismo y redes hasta el último rincón del país: para el campesino, para el maestro, para los estudiantes. Un esquema gremialista de dirección del partido y organización interna para dirigir los movimientos de masas.
c. Y resultó que había Sub-Comisiones que tenían una red por todo el país. La Sub­comisión del Campo, llegó a tener hasta 75 equipos de funcionarios a tiempo completo para la organización, cada uno de tres o cinco compañeros, y el Equipo Nacional, tenía una red de organismos en la que se apoyaba en cada zona donde le correspondía actuar. La misma red que dependía exclusivamente de cada equipo nacional que estaba formado por Compañeros que en su mayoría eran miembros del partido, como parte de una sub-comisión.
d. Y en la práctica se daban dos cosas: en primer lugar, la comisión no alcanzaba a darles la preparación política e ideológica a toda la enorme cantidad de compa­ñeros y redes que estaban trabajando en toda la república bajo su dirección.
En segundo lugar, al no elevarlos políticamente; no se promovía en calidad de miembros de las FPL o a aspirantes.
Para ser miembros de una Sub-Comisión si se necesitaba que fueran miembros del Partido, entonces su única preocupación era promover a algunos compañe­ros a la calidad de miembros para estar completa. Pero para el desarrollo del Partido como tal, no había preocupación ni atención política, ni promoción, ni crecimiento de partido, sino redes dirigidas desde las Comisiones Nacionales, Sub-Comisiones y equipos para poder dirigir la política de partido dentro de las masas.
Esto vino a deformar totalmente nuestro cuadro de desarrollo del partido y éste se convirtió en un organismo con una enorme cabeza, pero sin base ni raíz. Los compañeros en que se apoyaba cada Comisión, eran los mejores revolucionarios en su caserío o en la fábrica; pero no eran miembros de Partido. Miles de ésta gente murió, sin llegar a ser jamás miembros del Partido y eran verdaderas gen­tes abnegadas, gente que hubiera ayudado a proletarizarse mucho más al partido, si nosotros los hubiéramos organizado.
Miles y miles de gente dirigidas orgánicamente en lo interno por estas Comisiones (porque lo de una Comisión, se repetía en la otra y en todas) y a pesar de tanto trabajo abnegado que se hacia, pocos pensaban en fortalecer la organización interna de partido. Las Direcciones de Zona, vegetaban y con gran­des contradicciones con algunas comisiones, porque había entonces una gran interferencia entre las Direcciones de Zona y las Comisiones Nacionales, en lugar de que las Direcciones de Zona tuvieran células que llevaran a cabo la línea de la Comisión y Sub-Comisión y que las llevaran a cabo dentro de su respecti­va fábrica, dirigidas por estructuras locales, de barrio o zonales en último caso. La verdadera raíz del Partido para penetrar en la masa no se construyó, no se logró.
Deformamos el concepto del partido en cuanto a la gran cabeza sin base y una gran cabe­za sin base no puede llevar a cabo el Centralismo Democrático, ni la Dirección Colectiva, porque cómo puede existir esto en un organismo auxiliar del Co-Cen que está atendiendo problemas de organización o de toda naturaleza, en una red de centenares de elementos. Tienen entonces que formarse grandes estructuras: la Comisión de Masas llegó a ser de 15 compañeros, cada Sub-Comisión de 7-8 de las que dependía un gran aparato burocrático, que a la larga con un trabajo bastante bueno, que con el logrado auge de las masas, logró. levantarse, pero al llegar los momentos más duros nos quedamos sin la capacidad de poder dirigir a las masas en todas las situaciones.
Claro, que esto no consistió sólo en enfoque orgánico sino también en la línea y en los métodos. No tuvimos la capacidad de ir cambiando la línea y métodos en la medida que el enemigo iba entrando en más crudos niveles de guerra, pero con una estructura celular bastante arraigada entre las masas del país, mucha mayor capacidad tendría el partido para llevar a cabo todas sus reestructuraciones en forma permanente y más acompañadas de las masas. Esto se estudió a fondo en el Co-Cen en Agosto de 1981 y vimos que se cometió el error, en el sentido de no poder crear la estructura de partido acorde con las necesida­des de sus funciones.
De allí, se derivaron algunas recomendaciones y acuerdos, en cuanto a elaborar una línea de organización, de educación ideológica política y una línea de forjamiento en el terreno teórico, en la lucha y en todos los terrenos que corresponda a la línea que nos per­mita convertirnos en verdadero Partido Comunista.
El Papel de la Conciencia y de la Voluntad Consciente
Desde 1974 tenemos esa tarea y fundamentalmente desde el Primer Consejo, una tarea bien clara.
Décimos que estamos claros (en lo teórico), que comprendemos la necesidad, pero sucede que cuando nos pusimos a hacer la tarea, deformamos el concepto de lo que es un verdadero Partido Marxista Leninista. Ahora, nos está costando más organizar un verda­dero Partido Comunista proletarizado, nos va a costar más que antes. La tarea hoy es más dura: hay resabios y como se dice, cuando un árbol crece torcido, enderezarlo es bien difícil. Sin embargo, si queremos cumplir con la tarea que la historia nos plantea, tenemos que hacer el esfuerzo por formar el partido, dentro de la guerra, dentro de la grave y compleja tarea de dirigir acertadamente al pueblo en guerra.
El Comando Central decía que lo primero es:
2.- En la CP como Organismo permanente de dirección, ha pasado tiempos sin que esa tarea vital esté en el orden del día, ni mucho menos que esté presente diariamente en la cabeza de los miembros de la CP. En muchos miembros de comisiones, la tarea de construir el alma de la revolución es una tarea que no está presente. Están presentes las tareas de su comisión, que son duras y que tienen que cumplirlas y que las cumplen como miembros de la CP o del Co-Cen o del Consejo, o como cuadros, pero no tienen integralmente la conciencia del gran esfuerzo que se necesita para convertir al partido que tenemos en el verdadero Partido Comunista.
2. En segundo lugar, que es necesario crear esa conciencia porque no todos estamos concientes de que somos nosotros los que estamos obligados a tomar sobre nuestra responsabilidad esa tarea histórica. Decimos que es necesario, hay mucha teoría sobre la construcción de nuestro partido; pero en cuanto a la conciencia de que seamos nosotros, los de las FPL, los que debamos de tomar en 'nuestras manos esta responsabilidad, esta tarea histórica en las condiciones de nuestro país, y que sea por los esfuerzos que debemos hacer todos, en esto se ve que no hay suficiente conciencia. Desde 1975 estamos construyendo el Partido. Hay un documento, que si hoy lo leemos, conserva toda la actualidad, señalaba los diferentes aspectos de la formación del Partido. Es un folleto: „Sobre la Construcción del Partido". Si lo releamos, veremos que allí está visualizado como tendría que ser el desarrollo del Partido. Pero una cosa es la teoría y otra es la práctica. Y en la práctica nos ha resultado un partido de cuadros no un partido con base en el pueblo.
¿A Partir de Qué se Llegó a la Conclusión de Que Éramos un Partido de Cuadros? De Cuadros Dirigentes a Distinto Nivel?
Al hacer el recuento del Partido, sólo habían miembros de Comisiones, Sub Comisiones y algunos equipos de dirección y de Dirección de Zona, así como los miembros del Consejo. Y llegó el momento en que fue increíble: por ejemplo: cuando dijimos que se necesitaba formar la Sub-Zona de Roberto Sibrian. Los compañeros dijeron, „aquí en todo el Frente Paracentral sólo hay 5 miembros del Partido, que son los 5 miembros de Sub-Zona". No tenemos ni un miembro de Partido para organizar la dirección de Sub-Zona y eso, en la zona cuna de la lucha del campo en la última época, cuna de la UTC lugar donde está „La Cayetana", etc. ¡¡5 miembros de las FPL en todo el Frente!!
Entonces, en un Partido completamente de cuadros, el reclutamiento de partido era nada más en función de los cargos. Resultaba que junto a la aceptación de un compañero como miembro, le iba endosado el cargo: miembro de la Comisión Nacional, Sub-Comisión o Dirección de Zona.
Con todo el esfuerzo hecho del 75-80 como resultado de una llamada práctica, en lo que tuvo que ver mucho la concepción de la Organización gremialista o aparatista, administrativa y estructuralista, llegó a resultar que sólo un partido de cuadros teníamos. Cuando se urgió, que se hizo alguna conciencia de la formación de las células, se comenzaron a formar células. Las primeras células que formamos, era naturalmente de Cuadros también!!
Allí se iban a ver los mismos cuadros de la Comisión de Masas u otra. Se reunían en otra parte como célula aparte como Comisión y, claro, no le encontraban sentido. Entonces, ¿Qué papel tiene la célula ?, se preguntaban. Se respondía: Estudiar y controlar la militancia. Pero esto es sólo una parte del trabajo de la célula. Y si una célula ni siquiera eleva el conocimiento político ideológico de sus miembros, si ni siquiera controla la militancia de sus miembros, entonces no tiene ninguna tarea; pero esto no es la tarea fundamental de la célula. Su tarea fundamental, es meterse dentro de su masa.
No es sólo para el control de la militancia, no sólo para elevarse políticamente bajo un plan, ni sólo para leer los materiales de la Organización. Recuerdo que en el Partido Comunista de El Salvador muchas células hacían sólo eso. Se reunían una vez por semana para leer una circular que hacia el secretariado, que le llamaba "la carta semanal" para estudiarla su militancia y para hacer un estudio político. Era entonces un tipo de célula deformada, que nunca hizo que ese Partido Comunista de El Salvador penetrara en las masas.
Las células son fundamentalmente para llevar la línea del partido a las masas, para organizarías y orientarlas, para persuadir, para ampliar la influencia del Partido en mayores círculos, para preparar clandestinamente aquellas gentes de mejor contextura que quieran ayudar más al Partido, para hacer labor práctica dentro de las masas.
Y en esto es necesario establecer una buena combinación de dirección y de trabajo: Por ejemplo la Comisión de masas tiene que dar la línea bajo la dirección del Co-Cen y examinar como está todo el panorama, para impulsarlo mejor. Y tiene sus propias atribucio­nes de control concreto de la aplicación de la línea.
Pensamos por caso, para escoger determinados elementos para candidatos a la directiva de una Organización de masas. Esa orientación debe de llegar a la célula, para que sea la célula la que ayuda a preparar las condiciones, que no choque con las orientaciones de la CONAMAS en el seno de esa organización de masas y que de esa manera pueda llevarse a cabo esa tarea que es necesaria para el Partido.
Pero allí tiene que haber una buena combinación. Lo mismo que las DZ. Una combinación buena entre las Comisiones Nacionales que son órganos de trabajo del Co-Cen, son sus instrumentos de trabajo. Las Comisiones Nacionales tienen nivel de órganos de traba­jo del Comando Central, no todos deben de ser miembros de trabajo del Comando Central, no todos deben de ser miembros del Co-Cen, pero son los instrumentos inmediatos, no sólo de asesoramiento. Tienen la tarea de asesorar el Co-Cen y por consiguiente a la CP, pero tienen la tarea de orientar, de dar la línea con agilidad y espíritu de iniciativa. Una Comisión Nacional no puede aprobar por si misma una línea como si fuera absoluta, sino que tiene que elaborar proyectos por su conocimiento verdadero de la situación y servirlos al Comando Central, para que el Co-Cen pueda emitir la línea. Pero una vez emitida, la Comisión tiene la obligación de llevar esa orientación, de hacerla cumplir.
Por eso, debe haber una interrelación con las DZ y a través de éstas con las células, para que éstas puedan llevar la orientación de esa línea a donde les corresponde. Sólo así, hay un verdadero Partido. Si nos quedamos a nivel nada más de dirección intermedia y nacionales, no tenemos Partido Leninista, el Partido que Lenin decía que era capaz de conducir las masas, de llevar la línea a las masas de manera concreta. Y esto hay que entenderlo como un sólo cuerpo interno, un sólo cuerpo no pasivo de partido sino un reflujo de funcionamiento interno de arriba para abajo y viceversa.
Por eso también, para llegar a ser miembro del Partido o de una célula, se necesita un salto de calidad, una escogitación, que vaya de colaborador a aspirante y luego los más valiosos son pasados a miembros. Pero internamente es un sólo cuerpo que debe de trabajar armónicamente para arriba y para abajo. Por eso, sus principios son del Centralismo Democrático, la dirección no debe estar a la espalda de la base del partido, debe estar atenta a todo lo que vaya detectando la base del partido, porque si no, de nada serviría tener esas raíces dentro de la masa. Las células llevan, lo que se llama, la sabia desde las raíces al cuerpo del árbol. Arriba debe de estarse atentos, para poder llevar a cabo una buena línea y para ello necesita conocer que es lo que piensan las células, las masas, a través de las células y a través de los organismos que están entre la masa.
Por eso este Centralismo es democrático. Es Centralismo, porque es un organismo bien centralizado, mayormente en una situación extraordinaria como es la guerra. Tiene sus órganos centrales y sus niveles de dirección: El Consejo (o Congreso) es superior al Co-Cen, el Co-Cen está completamente supeditado a las líneas del Consejo y es elegido por él, puede ser renovado por el Consejo, luego el Co-Cen tiene un órgano de trabajo que es de dirección, que es la CP, para cuando el Comando Central no está trabajando. Esta no se puede salir de la línea del Co-Cen, pero si, debe de aplicarla de manera creadora, porque el Comando Central no se está reuniendo cada semana. Hay situaciones en que no se puede convocar el Comando Central, ni siquiera extraordinariamente, y entonces en forma creadora, sin salirse del espirito de la línea, la CP, está obligada a aplicar la línea del Co-Cen. La Comisión Política como depositaría del Co-Cen en épocas en que el Co-Cen no esté reunido. La CP actúa con las Comisiones del Co-Cen. Estas Comisiones tienen la característica de ser direcciones, partes de la Dirección Nacional principal que es el Co-Cen, órganos de la Dirección Nacional y en parte internacional, como la de Relaciones. Y las Direcciones de Zona están en el nivel de órganos de dirección intermedia, que tienen más o menos similares atribuciones globales político-militares que la que tiene el Comando Central, pero en los limites de su zona y dentro de un nivel de dirección intermedia. Si nos quedamos hasta allí, el cuerpo se queda sin pies y el árbol sin raíces.
Las Raíces del Partido Marxista en el Pueblo
En el Co-Cen en Agosto de 1981 se vio que en éste momento para nuestro Partido una necesidad clave es poner verdadera atención a la formación de células. No con un criterio exclusivamente organicista, sino completo. La célula es fundamentalmente el órgano que lleva al pueblo, a la masa, la línea del partido y que trae de las masas su temperatura para que la conozca su dirección. Son los órganos de dirección del pueblo, de partido que actúan clandestinamente. Pero al mismo tiempo, son los órganos forjadoras de la disciplina y los órganos de formación política más directos, tarea que no les corresponde sólo a ellos, pero en la que tienen papel principal y son los órganos también de preparación esmerada de sus miembros, para que vayan elevándose en peldaños de actividad y con­ciencia política, a fin de que el partido tenga más materia prima para ir teniendo más cuadros. Es decir, para la promoción de cuadros de Partido a distinto nivel.
Sin esa tarea no hay suficientes cuadros, como ahora que tenemos una escasés tremenda de cuadros, ni desarrollo de Partido, porque no habría tampoco una verdadera tarea de reclutamiento, que es otra tarea de la célula. Estas son las que tienen que estar atendiendo a los colaboradores, pero con una mentalidad de desarrollo, no con una mentalidad de tenerlos años y años como colaboradores, sin proyección o como aspirantes, sino con la mentalidad de reclutamiento, desarrollo, de crecimiento, y crecimiento del partido con lo mejor del pueblo. Esta es otra tarea que sólo la célula puede hacer. Otro organismo no puede hacerlo tan integralmente como ella.
Es decir, debe hacerlo porque todos tenemos la obligación de contribuir al desarrollo del Partido en el medio en que nos movemos, pero la célula es la que más puede y debe hacerlo como una de sus tareas principales. Por eso, las tareas de la célula son fundamentales.
Cuando la célula reduce sus funciones, o sea cuando no tiene proyección de masa, que no tiene clientela sobre el pueblo, en su respectivo gremio, barrio, empresa, unidad mili­tar, etc., reduce la tarea exclusivamente a los tres o cinco que se reúnen. Entonces, sí se degenera el panel de la célula. Cuando no hay una tarea concreta, el tiempo alcanza y sobra incluso para prácticas liberales y no constructivas. Esto había sucedido en el PCS, con una cantidad de células que no hacían ninguna labor, ninguna tarea entre el pueblo, y por eso ese Partido seguía raquítico todo el tiempo, sin nueva vida. Cuando eso sucede, cuando no hay ninguna proyección para su desarrollo, viene toda una deformación dentro de las células que indican que no se está cumpliendo con su papel.
El concepto de célula es el concepto de desarrollo del partido y de forjamiento de sus miembros, de trabajo en la masa, de llevar la línea a la masa, de dirección del pueblo y sobre esa base, de fortalecimiento del Partido del proletariado.
El Comando Central vio que, en este momento, para la construcción del Partido, el eslabón es la célula. Tenemos que construir la célula, pero con un concepto integral y no sólo de cuadros ni sólo en función de estructura, sino con el concepto de que es la raíz del partido en las masas.
Las Prioridades de Construcción del Partido, el Comando Central las situó así:
a. Construcción de células, pero dentro del pueblo, de la masa, de las fábricas, empresas, gremios, el ejército, etc. incorporando a todos aquellos compañeros que han pasado largo tiempo sin ser promovidos, a pesar de haber mostrado la capacidad, la voluntad, la práctica revolucionaria, el temple para poder ser miembros del partido y que a pesar de eso han pasado un gran tiempo como aspirantes. Ver como enriquecemos lo más prontamente al partido, seleccionándolo mejor. Tampoco hasta sólo el titulo de aspirante, sino también la calidad.
Debemos fortalecer rápidamente al partido y formar células de miembros adentro de las masas, dentro de los distintos sectores, dentro del ejército, de los Poderes Populares, los campamentos, etc. y que las células aprendan a trabajar con su papel integral.
b. La segunda tarea es reestructurar los órganos de dirección, su funcionamiento y métodos de dirección, ver si es necesario que sigamos con el Consejo Revolucionario y que esté integrado por promoción de si mismo, o sí ya es posi­ble que las mismas bases elijan para ese organismo a los que ya lo merecen, para conformar un órgano supremo de dirección que realmente represente lo mejor del Partido.
Si es así, tendría que cambiar su carácter de consejo a congreso, porque la modalidad de Congreso exije la elección por parte de los órganos de partido, especialmente las bases. Para eso, hay necesidad de células, pues por ahí comienza la elección de representantes al congreso, cada número de células tiene derecho a enviar por ejemplo un compañero y cada Dirección de Zona tiene derecho a enviar a uno por ejemplo.
Los miembros del Comité Central o Comando Central, tienen la obligación de estar como Congresal y luego, dependiendo si se considera necesario, las Comisiones envían a su representante, eligen a sus congresales. Es decir, que débese ir tomando una mentalidad de mayor amplitud, en cuanto a que es el Congreso, la dirección suprema del Partido, hay que ver si éste Congreso va a seguir eligiendo, un órgano como el Co-Cen, como es ahora, o si se necesita una modalidad más dinámica de funcionamiento de este Co-Cen o si hay necesidad de darle la modalidad de Comité Central, con responsabilidades para cada miem­bro. Luego, como van a ser las responsabilidades de una Comisión Política y si hay necesidad de un Secretariado del Comité Central para las cuestiones admi­nistrativas y que la Comisión Política se dedique exclusivamente a la dirección Político Militar táctica y estratégica. El Comando Central por eso pidió que se elaborara un esquema estructural, pero que no expresara exclusivamente estruc­tura, sino también el funcionamiento interno Leninista de Partido que facilitará incluso en tiempos de guerra la correcta aplicación del Centralismo Democrático, el problema de la Dirección Colectiva con responsabilidad indivi­dual a todo nivel.
Entonces, las prioridades se fijaron así:
1. Células. Y éstas organizar los pre-partidos. Es decir, las células con la obligación de atender a los colaboradores y a los aspirantes.
A los aspirantes con un plan de preparación político-ideológico, de promoción y de atención y observación verdaderos y a los colaboradores con la proyección de convertir en aspirantes a aquellos que lo desearán.
La célula, como pivote de desarrollo interno del partido. La atención que debe tener sobre los aspirantes no es una cosa teórica, no se trata sólo de ir a leerle un libro, sino también a que cumple tareas, de llevar la dirección del partido organizadamente y con buenos métodos a su sector de pueblo. Esta labor del partido está unida a la labor de crecimiento de influencia del partido en las masas.
La revisión del papel que están jugando los órganos de Dirección Nacional.
Una verdadera reestructuración de las direcciones de Zona y un estudio de las Direcciones Nacionales para que cumplan su Papel. Porque resulta que en Enero de 1981 se tomó un acuerdo de disolver muchas Direcciones Nacionales. La Comisión Nacional de Educación se disolvió, de Propaganda también. Se tomó el acuerdo que cada uno de sus miembros se fuera a una zona. Pero práctica­mente desapareció el organismo.
El Co-Cen vio que eso no fue bueno, porque entonces qué órganos, qué instru­mentos va a tener la Comisión Política para poder atender todas éstas tareas, sobre todo la educación, propaganda, organización, masas, etc. Si diluimos la Comisión de Masas y sin conservar sus lazos y mecanismos internos de funcionamiento colectivo, no podrá lograrse algunos objetivos; mandamos a cada uno de sus miembros a las zonas, sin que sigan funcionando como' Comisión Centralizada, podrá darse saltos individuales, pero desde el punto de vista de la Dirección Central del Partido y de la orientación de las masas, se sale perdiendo, es así como sucedió ésta vez. En las zonas, a los meses, cada zona tenía un concepto diferente de lo que era la línea de 'masas. Había una serie de líneas de masas, sin responder a una línea centralizada y se inició una serie de contradicciones entre las Direcciones de Zona con la Comisión de Masas, ya no había centralización de Dirección, porque la CP por si misma no puede atender todo, necesita de organismos auxiliares y sin embargo había diluido las Comisiones. El Co-Cen de Agosto, reconoció gravísimos errores en cuanto a la concepción aplicada en esa ocasión; muy militarista, de disolver todas las Comisiones, de dirigir el Partido a través del jefe militar y dejar prácticamente el cuerpo interno del Partido sin funcionamiento.
A los responsables de Direcciones de Zona les llegaba la Directiva de la CP, como orden de la Comandancia General, a través del primer jefe de Estado Mayor. Allí se terminó la relación Comisión Política con Direcciones Nacionales, Centralismo Democrático, etc. y quedó todo eso supeditado a las ordenes militares. Eso sucedió durante muchos meses. Aún ahora se vuelve difí­cil enderezar lo que ya se había vuelto práctica. El Co-Cen estudió eso y dijo que se deberá de estudiar las raíces donde están esos errores. Porque el Partido y el Ejército tienen estructuras y funcionamiento diferentes: la del partido es una estructura con Centralismo Democrático, y la Dirección Militar tiene su propia estructura: un jefe, una Comandancia General, la que ayuda al jefe a tomar la decisión. La decisión la toma el jefe aún cuando haya bastante discusión; estados mayores con su respectivo jefe etc. Una orden debe cumplirse. Es una estructura de dirección única centralizada, militar. Una vez el jefe toma la deci­sión los miembros del Estado Mayor no pueden dejar de cumplir la orden. Después puede haber valoraciones, etc. pero en el momento debe cumplirse. La Comisión Política se traslapó como Comandancia General por comodidad. Comienza a dar las instrucciones como Comandancia General a las Direcciones de Zona (que es otra estructura), a través de órdenes militares transmitidas a los Jefes de los Estados Mayores.
Esto dio como resultado que se desfazó bastante, tanto un organismo como el otro. Todo esto, se estudió en el Co-Cen. Por eso, la tarea de construir un verda­dero Partido ahora para nosotros es más difícil, porque hemos cometido muchos errores.
En primer lugar, al formar un organismo de cuadros, al no saber cual es el papel de las células y a tener un partido que no tiene bases, que no tiene células.
Otro asunto: el Co-Cen hizo hincapié en que éste problema se vuelve más difícil porque ni siquiera todos los miembros de Co-Cen y de la CP a esas alturas tenían conciencia clara de la necesidad de construir el verdadero Partido Comunista y llegó a la conclusión que había necesidad de comenzar por hacer conciencia en los mismos miembros de la Comisión Política, Co-Cen y Consejo. Por eso se acordó que ese documento se comenza­ra a estudiar con los miembros del Consejo y darles toda la información de como el Co-Cen había hecho su autocrítica profunda del estado en que se encuentra el Partido y porqué se encuentra así. Y luego a los cuadros de dirección que tienen capacidad de estar al tanto de las necesidades del desarrollo del partido, había que dárselas a conocer.
El Co-Cen tomó acuerdo especial de que sus acuerdos fueran dados a conocer a los organismos y cuadros, comenzando por los Conséjales, para su eficaz aplicación a partir de cobrar conciencia de su importancia y necesidad.
De esa reunión del Co-Cen la gente salió realmente eufórica. Se había logrado profun­dizar en forma autocrítica en los problemas, estudiándolos, incluso, desde el principio de la formación de la organización y se había dado una línea clara de construcción del Partido. De esos acuerdos del Co-Cen de Agosto de 1981 se deriva la obligación de ela­borar estos cuadernos y otros medios para hacer llegar el espíritu de los acuerdos del Co-Cen a los cuadros y miembros, para unificar la conciencia y la voluntad de acción hacia la construcción del verdadero Partido Marxista Leninista del Proletariado.

¡Revolución o Muerte!
¡El Pueblo Armado Vencerá!

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